Las bolitas de hidrogel se habian hecho chiquititas, casi ni se veian, parecian burbujitas o granitos de pimienta transparentosa, hasta hace unas horas que les puse agua, y al cabo de un rato la pecerita llena de bolitas resurgio de nuevo, otravez se lleno de caniquitas, otravez aparecio la planta que en mi mundo paralelo era una gerbera, grande y colorada, salio pero ahora acompañada de hojitas como lechugosas, amontonaditas sobre el hidrogel, y todo por el precio de un salario minimo. Cada quien ve y hace lo que quiere con su capital, yo decidi invertirlo aquella vez en una idea, la cual pudiera no ser nada a ojos ajenos, pero si se piensa bien, realmente tiene un valor superior a cualquier cosa física.
Hoy antes de salir de casa lleve a cabo el acto de revivir mi flor, y me le quedé viendo un ratito, me sente a la orilla de la cama, y me pasme en los colores, la forma y el tamaño, vi lo bella que era y me senti anhelante, si podía ver una simple flor, entonces podría ver tooodo el mundo, casi como Dios;
y con ese sentimiento en pos de mi piel me sali de mi cuarto, mis ojos se hicieron grandes y brillantes y vi a todos con amor, sin tristezas, lei cuánto pude y cuánto quise, y vi el cielo gris de mi ciudad como el más bello jamás visto hasta éste día. Hoy pude hacerlo, mañana también.